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| Estación de Almoradí-Dolores (desaparecida) |
La construcción de la autovía (AP-7) se encargó de destruir la estación y el puente de hierro, acabando así con parte de nuestra historia.
Dicen las crónicas de la época, que el día 11 de mayo de 1884 fue un día caluroso, y que bajo un sol de justicia partieron muy temprano dos trenes, uno desde Alicante y otro desde Murcia, que se encontraron en Orihuela en el que viajaban las más importantes autoridades civiles y religiosas de la época, encabezadas por el Presidente del consejo de ministros, Antonio Cánovas del Castillo.
Las mismas crónicas relatan que en dicho viaje inaugural y a la altura de Los Montesinos tuvo lugar el descarrilamiento del tren, aunque afortunadamente sin daños importantes. Después de tres horas bajo el calor del mediodía acudió al rescate de tan honorable séquito un tren-vagón de trabajos que los llevó hasta Torrevieja. A causa del percance se trastocaron todos los actos programados y finalmente el tren llegó a Alicante pasada la medianoche.
A pesar de esta inauguración hecha a bombo y platillo, los trabajos de la línea férrea no habían concluido y no pudo entrar en servicio hasta el 18 de julio de 1884. Fue con motivo de una corrida de toros en la Plaza de Alicante que se puso en marcha, y por fin muchos vecinos de nuestro pueblo pudieron viajar en tren por primera vez hasta la capital de la provincia para ver la corrida.
Dicen las crónicas de la época, que el día 11 de mayo de 1884 fue un día caluroso, y que bajo un sol de justicia partieron muy temprano dos trenes, uno desde Alicante y otro desde Murcia, que se encontraron en Orihuela en el que viajaban las más importantes autoridades civiles y religiosas de la época, encabezadas por el Presidente del consejo de ministros, Antonio Cánovas del Castillo.
Las mismas crónicas relatan que en dicho viaje inaugural y a la altura de Los Montesinos tuvo lugar el descarrilamiento del tren, aunque afortunadamente sin daños importantes. Después de tres horas bajo el calor del mediodía acudió al rescate de tan honorable séquito un tren-vagón de trabajos que los llevó hasta Torrevieja. A causa del percance se trastocaron todos los actos programados y finalmente el tren llegó a Alicante pasada la medianoche.
A pesar de esta inauguración hecha a bombo y platillo, los trabajos de la línea férrea no habían concluido y no pudo entrar en servicio hasta el 18 de julio de 1884. Fue con motivo de una corrida de toros en la Plaza de Alicante que se puso en marcha, y por fin muchos vecinos de nuestro pueblo pudieron viajar en tren por primera vez hasta la capital de la provincia para ver la corrida.