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| Teresa |
Hoy, 5 de agosto, conmemoramos el fusilamiento colectivo de trece jóvenes (entre 18 y 29 años), miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas, a manos del régimen franquista en 1939, poco después de finalizar la guerra civil. Aunque aquí también sufrimos el fusilamiento de Soledad Amorós, el 3 de febrero de 1942, la casi desconocida historia de Teresa Rodríguez Calvo merece ser destacada.
Desde los nueve años trabajó en la fábrica de José Cañizares Aguilar, donde empezó repartiendo agua con un cántaro a los trabajadores, llegando a ocupar puestos muy cualificados.
Su lucha por los derechos laborales de la mujer le llevó a organizar en nuestro pueblo el primer “Sindicato de Obreras Conserveras, Agricultoras y Similares” ya que, por entonces, la UGT no las admitía en sus filas.
A dicho sindicato se afiliaron muchísimas trabajadoras locales que reclamaban una mejora en sus jornadas laborales y sueldos.
Con la llegada de la República se afilió al Partido Comunista, llegando a ser una importante miembro del Comité Provincial y del Buró Político.
Durante la guerra estuvo en la Organización de Agitación y Propaganda, y se dedicó a ir por los pueblos dando mítines para pedir ayuda; recogiendo cosas como víveres o mantas y mandando camiones con estos productos al frente.
Creó en nuestro pueblo la Organización de Mujeres Antifascistas, las cuales, en largas jornadas se dedicaban a confeccionar prendas de punto a mano y ropa interior para los soldados.
Ya os conté que fue de las últimas que consiguieron embarcar en el”Stanbrook” que salió desde Alicante el 28 de marzo de 1939, algo que le salvó de ser, con toda probabilidad, fusilada.
Sus hijos, Antonio y María Teresa nacieron en el exilio, donde en cada fiesta familiar brindaban por el retorno…Cada año solicitaban permiso a las autoridades que sistemáticamente era denegado.
Su largo exilio en la Unión Soviética