



Las campanas de la Iglesia fueron arrojadas desde el campanario. Durante un tiempo pude ver a los niños jugando a esconderse dentro de Andrea, la campana gorda, pero después desaparecieron. En ese tiempo oscuro me instalaron en la torre una sirena que sonaba cuatro veces al día y un altavoz que transmitía los partes de guerra por la noche. Creí que nunca más volvería a ver las campanas, sinembargo, después de la guerra, en 1940, me llevé la sorpresa de que aquella vieja campana de 1772 fue recuperada, creo que en Puerto Lumbreras.
En estos años también he visto cambiar mi Paseo, han arrancado árboles, los han vuelto a plantar y los han vuelto a arrancar. Menos mal que éstos últimos parece que van a durar, ya que los he visto crecer desde 1942. Frente a mis ojos ha pasado desde Adolfo Suárez a Manuel Fraga.
He visto casarse al torero “El caracol” en 1966, y he visto entrar a Estrellita Castro en la Iglesia para entregarle un ramo de flores al Cristo de las Campanas.
¡Cuántos recuerdos¡
Continuará...
Continuará...
Los datos y fechas incluidos en el relato son rigurosamente ciertos.