En 1942 se toma la iniciativa de sacar a la Virgen del Perpetuo Socorro en su trono durante las fiestas de Navidad para pedir el aguinaldo. Para ello, e imitando los aguilanderos murcianos, iban acompañados de una orquesta y unos coros de casa en casa. Aquel primer año se recaudaron 35.000 pts. -tanto en donativos como en pujas que se hacían en la puerta de la Iglesia por disponer de una "vara" para entrar a la Virgen al Templo-.
Visto el buen resultado económico, que se destinaba a mejoras en la Iglesia u obras de caridad, se siguió con la costumbre de salir a pedir el aguinaldo por Navidad, aunque ya solo con el estandarte, visitando todo el pueblo y huerta alargándose durante casi un mes y dejando el estandarte en casa de la última visita diaria, para continuar al siguiente en ese punto.
