Al inicio de la guerra civil el Gobierno puso en circulación grandes masas de papel moneda, pero la oferta de mercancías para intercambiarlas por dinero disminuyó.
Los precios subieron a la vez que desaparecía la moneda de plata, atesorada por los comerciantes ó los especuladores, y retirada por los bancos por orden del Gobierno. Con las monedas de plata se esfumaron las pequeñas monedas fraccionarias de uso diario, ya que todas estaban acuñadas con ese metal, y la gente no podía hacer frente a los pequeños pagos diarios, como el recibo de la luz ó el pan.
En nuestro pueblo y en otros muchos se empezaron a utilizar cajas de cerilla ó tabaco en porciones para devolver el valor de los cambios. Pronto comenzaron algunos Ayuntamientos a emitir papel-moneda de pequeño valor fraccionario, lo que supuso un alivio a lo largo de todo el año 1937. También se hicieron “vales” de organizaciones políticas, sindicatos y negocios particulares o colectivizados, que creaban su propia moneda de cambio, avalándolo con la materia prima de su empresa.
Nuestro Ayuntamiento se sumó a la iniciativa imprimiendo pequeños billetes de 1 pts. y fracciones de 25 cts. y 50 cts.en la Imprenta de Alonso, y de los que acompaño copia de algunos originales inéditos y publicados en "Almoradí, un recorrido histórico".
En los primeros meses del siguiente año (1938) el Gobierno solucionó el problema emitiendo moneda fraccionaria en billetes y monedas de cobre, prohibiendo toda esta serie de certificados y billetes municipales.